Marzo 28, 2024
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La Iglesia Como Resultado del Testimonio de los Predicadores del Evangelio

 
 

Esaú Crespo

Introducción

En el primer capitulo hemos aprendido acerca de la iglesia y su ministerio como resultado de la predicación del santo evangelio.

En este capitulo dos vamos a estudiar las enseñanzas que tienen que ver con la conducta de los predicadores del santo evangelio.

En el ministerio de la fe en Cristo, el evangelizador esta íntimamente relacionado con el mensaje del evangelio. El continente esta ligado con el contenido; es decir, tanto el mensaje como el mensajero deben estar en perfecta armonía.

Vamos a considerar varias enseñanzas del capítulo en relación con los predicadores de la Palabra de Dios.

I. El sufrimiento de los predicadores. (vs.1, 2)

  • El Señor Jesús predijo el sufrimiento de sus siervos. (Mateo 5:11)
  • Los apóstoles fueron ultrajados en Filipos. "abusados con violencia"
  • El sufrimiento no detuvo la predicación. Cuando los creyentes estamos comprometidos con el Señor ninguna oposición y persecución de los enemigos del Evangelio puede detener el avance de la obra de Dios.

    Cuando los comunistas chinos tomaron el poder a mediados del siglo pasado y contrariados por las ideas opuestas a la filosofía marxista leninista, decidieron echar a andar un proyecto llamado "la revolución cultural"; dicho proyecto consistió en erradicar toda ideología contraria al comunismo. En esa operación se llevaron de encuentro al cristianismo: las Biblias fueron quemadas, los seminarios fueron clausurados, las escuelas cristianas fueron cerradas, los misioneros fueron expulsados y aquellos cristianos que presentaron oposición fueron encarcelados o fusilados. Desapareció toda presencia cristiana de China.

    Cuando se murió Mao Tze Tung los nuevos líderes con el deseo de tener relaciones comerciales con los países occidentales, permitieron la presencia de las iglesias y de repente surgieron las iglesias más fortalecidas y mucho más numerosas. ¿Qué pasó? De manera clandestina los creyentes siguieron predicando la Palabra del Señor porque con creyentes comprometidos no hay persecución que pueda parar el avance del Evangelio.

  • El sufrimiento es una evidencia de que los móviles de los ministros de Dios son sinceros. Ninguna persona falsa está dispuesta a exponer su vida por una causa que se considera falsa. Los apóstoles estaban convencidos que predicaban el mensaje eterno de Dios y que ellos habían sido llamados por el Señor.

II. La sana doctrina de los predicadores (vs. 3-6)

  • Sin error. Los apóstoles no predicaron doctrinas de hombres, no mezclaron ideas humanas con el Mensaje del Evangelio; se dedicaron a comunicar la Palabra de Dios tal como la recibieron de Dios.
  • Sin impureza. La idea es que sus vidas morales iban de acuerdo a las enseñanzas de la Palabra. Vivían lo que predicaban.
  • Sin engaño. Sin trucos
  • Dios tuvo confianza en ellos
  • Sin lisonjas. La lisonja consiste en alabar a una persona con el propósito de sacarle provecho. Generalmente la lisonja está basada en mentiras; es decir, consiste en darle alabanzas a las personas con afirmaciones que no corresponden a la verdad.
  • Sin avaricia. El versículo 9 es una demostración de que los móviles de los misioneros eran santos; que no había el deseo de beneficios materiales para predicar la Palabra de Dios.
  • Sin buscar gloria personal: alabanzas, aplausos, fama.

III. El testimonio de los predicadores (vs.7-12)

  • Mostraron ternura (vs.7,8) La ilustración es conmovedora, "Como la nodriza". La nodriza es la que sustituye a la madre para darle vida al recién nacido. Tiene que ver la ilustración con el alimento espiritual que los pastores dieron a la congregación; pero el amamantar no sólo trata de dar alimento, sino que hemos aprendido que ese acto de nutrición tiene factores psicológicos porque establece un nexo más profundo entre la madre y el niño que vas más allá del mero acto de alimentar. La idea del apóstol Pablo es que los lazos de comunión con los tesalonicenses fueron estrechos como deben ser entre los hermanos en la preciosa fe del Señor Jesucristo.
  • Mostraron un ejemplo de laboriosidad (v.9).
  • Mostraron una conducta santa (v.10) Es decir, vivían lo que predicaban. No cuesta hablar, no cuesta impresionar a las personas con elocuentes discursos; lo que si es difícil vivir como manda el Evangelio del Señor. Los que nos oyen deben aprender de nuestro ejemplo como se debe obedecer la doctrina de Cristo.
  • Exhortaron para una vida santa (vs.11,12)

IV. La oración de los predicadores (v.13)

  • Oración sin cesar. Ver I Tes. 5:17
  • Oración de gratitud:
    • porque recibieron la Palabra
    • porque la Palabra afectó sus vidas

V. La oposicion a los predicadores (vs.14-18)

  • Oposición de los gentiles (v.14 a)
  • Oposición de los judíos religiosos (vs.14 b-17).
  • Oposición del diablo (v.18)

VI. La esperanza de los predicadores (vs. 19,20)

  • Pablo consideraba como corona o triunfo el ver a los hermanos en la presencia gloriosa del Señor.
  • Mi esperanza es que los que creen el mensaje que predico estén en la presencia del Señor.
  • ¿A cuántos verá Ud. en la presencia del Señor porque Ud. les testificó?

Conclusión

Toda la enseñanza apostólica del capítulo 2 tiene que ver con el testimonio que los misioneros mostraron a los nuevos creyentes. Ellos vivieron la doctrina que predicaron a los tesalonicenses. Su conducta fue de santidad, de laboriosidad, pero también de ternura en el trato a los hermanos. Es bueno considerar estas enseñanzas porque a veces los pastores estamos tan involucrados en tantas actividades del ministerio que nos olvidamos de la relación personal con los hermanos en la fe.

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Pasaje

I Tesalonicenses 2

1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,

2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.

7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,

14 a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

16 Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,

17 conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

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