Octubre 16, 2024
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La Ancianidad Es Hermosa

 
 

Josué Mora Peña

Introducción:  El Pastor Max Lucado, de una de las iglesias locales en San Antonio, Texas dice: "Tus últimos años pueden ser tus mejores años".  Y es cierto, cuando uno vive como Dios manda.  Ejemplo de esto es mi Madre que el día 13 de septiembre Dios le concedió un año más de vida, 104 años y bien vividos, naturalmente con los achaques que acompañan a la vejez, pero su mente está muy bien y está muy consciente de sí misma.  Pero este sermón no es para ensalzarla a ella sino para dar honra y gloria a Dios quien es el Autor de la vida.

El sermón no es solamente para los ancianos sino para todos en general.  Si Cristo no viene luego, los adolescentes y jóvenes también llegarán a la tercera edad.  La ancianidad es hermosa pero muchos, desgraciadamente, no llegarán a esa edad tan hermosa.  Muchos morirán antes de su tiempo debido a la clase de vida que viven (perdonen el pleonasmo) usado de drogas, alcohol, tabaco abuso físico, etc. Otros morirán antes de tiempo por la manera de conducir su auto: manejando en estado de embriaguez, enviando mensajes por el teléfono celular, comiendo, muchachas conduciendo el auto con una mano y con la otra aplicando el maquillaje.  Y muchos otros nunca llegarán a ver a sus nietos por manejar con exceso de velocidad, aun dentro del pueblo evangélico.  Al menos ellos cantan mientras manejan. Cuando van a 55 millas por hora cantan: "Cuando allá se pase lista allí estaré"; a 65 millas por hora cantan: "Marchando a Sión"; a 75 millas por hora cantan: "Cerca, más cerca, ¡Oh Dios de ti!" y a 85 millas cantan: "Oh Señor, vengo a Ti".

El salmo 90 lo escribió Moisés, al igual que el Pentateuco (los primeros cinco libros del Antonio Testamento).  El tenía "120 años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor" (Deuteronomio 34:7).  Probablemente escribió este salmo para recordarnos que Dios es el Autor de la vida.  Vivimos porque Él quiere que vivamos y morimos cuando es Su voluntad.  El salmo de hoy dice que "los días de nuestra edad son 70 años; y si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos" (verso 10).  También este salmo nos recuerda que debemos siempre estar agradecidos por la vida que Dios nos da.  Y llegar a la senectud es una bendición cuando vivimos haciendo Su voluntad y viviendo la vida en abundancia que Cristo nos promete en Juan 10:10.

La ancianidad es hermosa porque "en los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia" (Job 12:12) y Proverbios 20:29 dice, "La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es su vejez".  Me gusta lo que dice Salomón en Proverbios 16:31, "Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia".  Es cierto que hay ancianos con muy mal carácter, siempre quejándose, nunca están conformes, siempre tristes, amargados, pero no con los que andan "en el camino de justicia".   La persona que conoce a Cristo y ha sido perdonada de sus pecados, no puede menos que estar siempre alegre, aun en medio de las vicisitudes de la vida.

Los ancianos no se envejecen, se hacen más sabios, más precavidos en sus decisiones.  Son más lentos para hacer las cosas.  Las arrugas y las canas no significan que la persona está débil mentalmente.  Cierta mañana el finado Presidente de Estados Unidos John Quincy Adams caminaba por una de esas calles. Alguien le preguntó, "¿Y cómo está el señor Presidente en esta mañana?"   Él respondió, "El señor Adams está muy bien y muy alerta, es esta casa en que vive que se está desbaratando, muchas aflicciones y dolores pero él está bien" (naturalmente se refería a su cuerpo físico).

La Biblia está llena de ejemplos de personas que vivieron una larga vida y aún en su senectud sirvieron a Dios: Abraham y Sara; Zacarías y Elizabet; Samuel, Moisés, Josué y muchos otros.  Y en el mundo secular tenemos a Tomás Alva Edison, Henry Ford y otros que lograron grandes cosas en sus últimos años.  Pablo Ruiz Picasso todavía pintaba a los 91 años de vida y también la Abuela Moisés (afro americana), a la edad de 101.  Arturo Toscanini presentó su última actuación al piano a los 87 años; Giuseppe Verdi (italiano) escribió "Falstaff" a los 80; Bob Hope y George Burns entretenían a las audiencias en sus 90s; el Rev. Billy Graham predicó su último sermón en sus 90s y está muy activo en su nuevo programa "América, mi Esperanza".  El barítono George Beaverly Shea, quien murió recientemente a los 104 años, todavía cantaba "Cuan Grande es Dios" en sus últimos años.

Conclusión: Quiero terminar con el poema de Betty Pitzer llamado: "Dicho Predilecto", en inglés (Favorite Quote)."La juventud no es un tiempo de vida, es un estado mental.  Nadie se envejece sólo por vivir tantos años.  La gente se hace vieja cuando abandona sus ideales.  Tú eres tan joven como tu fe, tan viejo como tus dudas; tan joven como tu auto-confianza, tan viejo como tus temores; tan joven como tu esperanza, tan viejo como tu desesperación.  En el centro de cada corazón hay una grabadora, mientras reciba mensajes de belleza, esperanza, ánimo y valor, tú eres joven.  Cuando los alambres se aflojen y tu corazón se cubra de la nieve del pesimismo y el hielo del cinismo, entonces, y solamente entonces, te has hecho viejo".

Isaías 46:4 "Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré".
Salmos 92:14 "Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes".
Salmos 71:18 "Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir".  Amén.

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Pasaje

Salmos 90

1 Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.

2 Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

4 Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.

5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.

6 En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.

7 Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.

8 Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.

9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.

10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.

11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?

12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.

13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.

14 De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.

16 Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.

17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.

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